El asma es la enfermedad crónica más frecuente en los niños y, aunque no tiene cura, sí se puede controlar para mejorar la calidad de vida del pequeño. De los 70.000 afectados que hay en Baleares, unos 15.000 son niños con asma, algunos de los cuales sufren esta patología respiratoria desde el primer año de vida. Enfrentarse a ella pasa por conocer sus síntomas, identificar sus desencadenantes y aprender a convivir con el asma.
Al igual que ocurre en los adultos, el asma en los niños se caracteriza por episodios de problemas respiratorios acompañados de tos (a veces es la única señal), sibilancia (pitidos) y sensación de ahogo; unos síntomas comunes a otras enfermedades. Ponerlo en conocimiento cuanto antes de los especialistas médicos en Mallorca será fundamental para su correcto diagnóstico y control y evitar posibles lesiones bronquiales irreversibles.
Desencadenantes del asma infantil
Los estímulos que pueden producir un empeoramiento del asma infantil son variados y difieren de un caso a otro. Entre ellos, según apuntan los neumólogos en Mallorca del Centro Policlínico Quirúrgico destacan:
- Alergias: El asma se relaciona con las alergias en el 70% de los diagnósticos. En estos casos, resulta muy importante evitar la exposición al alérgeno (polen, polvo, ácaros del polvo, epitelio de los animales…). El contacto con ellos agrava la enfermedad y dificulta su control.
- Infecciones respiratorias: Es uno de los desencadenantes más habituales del asma infantil, sobre todo las víricas.
- Medicamentos: Algunos fármacos como la aspirina o el ibuprofeno pueden desencadenar ataques o crisis en los niños con asma.
- Alimentación: Aunque es una causa menos frecuente, hay alimentos y aditivos ligados a episodios asmáticos en los niños como los huevos, la leche, el marisco, los frutos secos, el glutamato monosódico (utilizado en la cocina china) etc…
- Los olores intensos de perfumes, productos perfumados, aerosoles, disolventes…
- La actividad física: El ejercicio produce en algunas personas el estrechamiento de las vías respiratorias y, en consecuencia, deriva en tos, sibilancia y fatiga. Esto no significa que los niños asmáticos no puedan realizar ejercicio, sino que deben hacerlo con precaución y sin esfuerzos bruscos. Uno de los deportes más indicados para un niño con asma es el de la natación, mientras que los de resistencia como el fútbol o el baloncesto son menos recomendables.
- La contaminación del aire: El aire contiene sustancias que pueden irritar los pulmones y producir síntomas asmáticos.
- El humo del tabaco, el clima húmedo y frío, entre otros.
En cuanto al tratamiento del asma en los niños, los profesionales médicos del Centro Policlínico Quirúrgico en Palma concretan que dependerá de la mayor o menor gravedad de los síntomas, si bien en términos generales incluirá medicamentos, cambios en el estilo de vida y evitar los factores desencadenantes. En cualquier caso, es imprescindible respetar las recomendaciones del especialista, ya sea respecto a la dosis y duración o a los nuevos hábitos.
Para más información sobre el diagnóstico o control médico de los niños con asma, contacta con nuestro centro en Palma.
Deja una respuesta