Sólo oír la palabra produce respeto o… desconfianza. Algunos incluso la temen más que a la propia operación quirúrgica. Les atrapa el miedo a no despertar, el miedo a morir… Es el miedo a la anestesia. Tras ello, suele esconderse la falta de información y, sobre todo, una reputación urdida en el pasado que hoy carece de sentido. Se mire por donde se mire, el gran avance en este campo de la medicina ha sido indiscutible, permitiendo que las intervenciones quirúrgicas se desarrollen hoy sin dolor y con seguridad.
¿Qué es la anestesia?
Es el suministro de medicamentos por diferentes vías para evitar que un paciente sufra dolor durante una intervención quirúrgica u otro procedimiento doloroso. Se trata de un acto médico controlado, lo que implica que durante la anestesia, el médico o anestesiólogo nos vigila bien de cerca para asegurar que nuestro organismo funciona de forma correcta (respiración adecuada, buena actividad cardíaca…).
Para ello, nuestros anestesiólogos en Palma se apoyan en su dilatada experiencia y en material tecnológico puntero capaz de detectar hasta la más mínima variación del estado del paciente, evitándose llegar a situaciones que podrían ser complicadas. Aun así, aunque se trata de un proceso más seguro que nunca, cierto es que las condiciones de salud del paciente van a tener mucho que decir en su desarrollo. Por ejemplo, si sufre enfermedades como diabetes o asma o presenta malos hábitos de alcohol o tabaco.
Tipos de anestesia
Existen diferentes tipos de anestesia que bloquean los impulsos nerviosos y, por tanto, el dolor. Las tres formas más habituales son:
- Anestesia general: Deja al paciente “dormido” o totalmente inconsciente durante la operación mediante el suministro de fármacos, ya sea vía inyección o inhalación. Esto provoca que el enfermo mantenga la respiración de forma artificial, pero siempre bajo un cuidadoso control médico. Una vez concluida la operación, el intervenido despierta gracias al suministro de otros medicamentos que le hacen recuperar la conciencia y el control de sus funciones vitales, sin tener recuerdo de la intervención quirúrgica. Normalmente, se utiliza en intervenciones quirúrgicas más serias.
- Anestesia local: La anestesia se aplica en forma de inyección, aerosol o pomada con el fin de dormir una zona específica del cuerpo. El paciente se mantiene despierto, pero no siente ningún dolor ya que los fármacos insensibilizan la parte dolorosa o la que se está trabajando. Dura poco tiempo y suele utilizarse en procedimientos menores.
- Anestesia regional: El medicamento anestésico se inyecta cerca de un grupo de nervios para insensibilizar un área más extensa del cuerpo. El paciente se mantiene despierto o sedado, sin sensación de dolor. Una de las más empleadas y conocidas es la anestesia epidural, utilizada durante el parto para hacer perder la sensibilidad en la mitad inferior del cuerpo.
¿Qué anestesia es mejor?
Los médicos del Centro Policlínico Quirúrgico de Palma son contundentes en su respuesta: No se puede decir que una sea mejor que otra. El tipo de anestesia depende de la propia cirugía y del estado de salud del paciente. Por eso, nuestros profesionales estudian minuciosamente las condiciones del enfermo y otros datos fundamentales para el tipo y cantidad de anestesia a suministrar, como son su edad, altura o peso, si toma algún medicamento o sufre alguna alergia.
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