La glándula tiroides es vital para el funcionamiento de nuestro organismo. Su misión es producir la cantidad adecuada de hormonas para regular funciones básicas como la del metabolismo, la temperatura corporal, el ritmo cardíaco o el uso de la energía. Sin embargo, no siempre puede cumplir con ello y, como consecuencia, el cuerpo sufre una serie de alteraciones que llegan a influir en la calidad de vida del afectado.
Los problemas de tiroides más frecuentes son el hipertiroidismo (producción de menos hormonas tiroideas de las necesarias), hipotiroidismo (sobreproducción de hormonas tiroideas) y los nódulos tiroideos (protuberancias o bultos anormales de la glándula tiroides). Según los profesionales médicos del Centro Policlínico Quirúrgico de Palma, afectan de manera diferente, pero hay una serie de síntomas comunes que pueden ponernos sobre la pista:
- Cambio inexplicable de peso (sin relación con un cambio de dieta o con un incremento de la actividad física): Un aumento repentino de peso podría indicar hipotiroidismo -la tiroides estaría trabajando más lentamente de lo normal-; mientras que una disminución podría señalar hipertiroidismo -la tiroides trabajaría más-.
- Fatiga y problemas anímicos (sin motivo aparente): Los desórdenes de la tiroides influyen en el nivel de energía y, por tanto, en cómo nos sentimos. Las personas con hipotiroidismo suelen estar más cansadas y más predispuestas a sentirse depresivas, mientras que aquellas con hipertiroidismo sufren de más ansiedad e irritabilidad.
- Dolor muscular, como consecuencia de una menor producción de hormonas.
- Manos y pies fríos: La tiroides es la responsable de regular la temperatura corporal y mantener el calor adecuado.
- Estreñimiento: Todos los procesos del cuerpo se ralentizan cuando baja la actividad corporal y, por tanto, los órganos tienen dificultad para cumplir con sus funciones. Esta lentitud también puede producir problemas cognitivos o de concentración.
- Dolor de garganta, ronquera, malestar en el cuello…: Muchas veces la glándula tiroidea se inflama o aumenta como fruto de un problema. Hay que tener especialmente cuidado: la inflamación en la zona puede indicar otras patologías más graves como cáncer.
- Desequilibrios hormonales: Sin un control adecuado, los trastornos de tiroides pueden alterar la fertilidad, dificultando o complicando embarazos.
- Pérdida de cabello y uñas agrietadas
No obstante, no hay que perder de vista que algunos de estos síntomas pueden señalar también otras enfermedades, por lo que es importante consultar siempre con el médico para salir de dudas. En el caso del tiroidismo, el tratamiento más adecuado para la tiroides irá en función de cada particularidad e incluirá desde medicamentos para regular las hormonas hasta la intervención quirúrgica, entre otros métodos, según concretan los profesionales en cirugía general y digestiva de Palma del Centro Policlínico Quirúrgico. Sea como sea, recuerda seguir las indicaciones de tu facultativo. Para más información o pedir cita online con tu médico en Mallorca pincha en el siguiente enlace.
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